PROYECTO BRAINSTORM

Brainstorm

Director: Douglas Trumbull

Guión: Bruce Joel Rubin, Robert Stitzel y Philip Frank Messina.

Intérpretes: Christopher Waken, Natalie Wood, Louise Fletcher,

 Cliff Robertson, Jordan Christopher, Donald Hotton, Alan Fudge.

Música: James Horner.

Fotografía: Richard Yuirich

Montaje: Freeman A. Davies y Edward Warschilka.

EEUU. 1983. 110 minutos.

 

Milagros o peligros

        Tras sus reputadísimos alardes fotográficos en obras del calado visual (y trascendencia) de 2001: a space odissey y Close Encounters on the third kird, Douglas Trumbull asumió las riendas en la dirección de algunos filmes destacables (ni que sea por su condición rara avis), como Naves Misteriosas, o como este Brainstorm, filme que guarda muchas distancias con los filmes antes citados pero también algunas concomitancias temáticas así como esencialmente un afán por desarrollar lo que podríamos denominar una suerte de sinfonía visual, una experiencia de luz y color para los sentidos –idea que, de hecho, se halla en el fundamento básico del filme de Kubrick según manifestaciones del propio realizador, y que halló su parangón en su día en aquel festín audiovisual en el clímax del filme de Spielberg-. En este caso, Trumbull parte de una sofisticada premisa encardinable en la fantaciencia y que despliega de forma rudimentaria conceptos sobre la realidad virtual que años más tarde, sobretodo desde Dark City y Matrix, se normalizarían –labor de guión a cargo por Bruce Joel Rubin, quien posteriormente se alzaría con un mucho menos merecido prestigio en obras como Ghost–  para desplegar toda su peculiar imaginería visual precisamente en el afán (previsto en la ficción narrada) de capturar los sentimientos más íntimos de las personas e incluso su propia muerte.

 

Hija de su tiempo

        Su propia idiosincrasia –ese servilismo de los postulados tecnológicos- ha provocado un mal envejecimiento del filme en la vertiginosa rueda de la hi-tech aplicada al cine, por lo que un visionado actual deja margen a pocas de esas consideraciones de forma –quizá cabe mencionar la imaginativa utilización del plano subjetivo- y más bien merece detenerse en la temática, que no es otra que el fuego cruzado entre el desarrollo tecnológico y la utilización que del mismo pretenden llevar a cabo los poderes públicos –en concreto, la ingenieria militar-. Aunque en su desarrollo esas cuitas político-científicas sigan un patrón demasiado plano (y que el filme se empeñe en colarnos una historia de amor entre Christopher Walken y Natalie Wood que, por bigger than life que parezca, no deja de estar fuera de lugar), viendo Brainstorm, que es un filme que, a diferencia de las obras citadas es hijo y no padre de su tiempo, uno se da cuenta de que, por lo general, las exigencias argumentales en el cine de género estaban, hace dos o tres décadas, muy por encima del listón sobre el que tan alegremente se imprimen películas en la era infográfica.

 http://www.imdb.com/title/tt0085271/

http://www.cinemademerde.com/Brainstorm.shtml

http://movies.nytimes.com/movie/review?res=9803E2D71F38F933A0575AC0A965948260

http://www.rottentomatoes.com/m/1003017-brainstorm/

http://www.scifimoviepage.com/dvd/brainstorm-dvd.html

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